Conforme al testimonio de algunos historiadores, las aguas del Balneario de Carballo ya fueron conocidas y utilizadas por los romanos.
En 1716, vecinos del lugar, al observar fenómenos raros, hacen las primeras excavaciones y hallan una pila de piedra de las antiguas caldas y el manantial. Poco después se iniciaron las obras para su aprovechamiento médico.
Según una descripción del año 1764, las aguas medicinales eran empleadas en una especie de pozos donde se metían varios bañistas. Había unos pequeños edificios para los agüistas, otro para militares y un asilo para pobres. En 1817 fueron puestas bajo dirección facultativa.
Después de otra época de abandono, los manantiales fueron adquiridos por el conde de Torre Penela, quien puso en funcionamiento un sencillo balneario desde 1851 hasta final de siglo.
En el año 1928 las aguas del balneario, minero medicinales sulfurado sódicas, fueron declaradas de utilidad pública.
En 1930 decía Eugenio Carré Aldao en su Geografía General del Reino de Galicia, Provincia de A Coruña, que el excelente y acreditado establecimiento de baños estaba muy concurrido y tenía fonda y capilla.
Actualmente, el complejo cuenta con una zona destinada a balneario, equipada con tecnología avanzada, bajo control de un director médico y su equipo de auxiliares e instalaciones hoteleras de dos estrellas. Sus instalaciones balnearias obtuvieron en noviembre del 2007 el distintivo de la Q de calidad, consiguiéndola su zona hotelera meses más tarde. Desde entonces, siguiendo la política de calidad del centro, se está trabajando por una mejora continua del servicio.
El Balneario de Carballo se compromete, dentro de sus posibilidades, a seguir trabajando en la calidad de servicio ofrecido, el nivel de satisfacción obtenido y la fidelización de nuestros clientes, junto con la implicación del personal, la formación del mismo en materia de accesibilidad, igualdad y nuestro compromiso con el medio ambiente; teniendo esto en cuenta nuestra política de calidad y medioambiental reincide especialmente sobre los siguientes puntos:
Esta Política supone un compromiso de toda la organización, por lo tanto, se asegura que es revisada, comunicada y entendida a los niveles apropiados de la organización.